domingo, 6 de enero de 2008

Dejemos las luces...

...y los excesos navideños (en mi caso exceso de langostinos, deliciosos canelones caseros y los turrones de yema tostada y chocolate, los que más me gustan). Adiós a las fiestas.

Retorno a la normalidad. Ahora a mirar el cielo azul purificador. Y sus nubes blancas, blanditas...Y a respirar aire fresco, aunque sea virtualmente.

¡Cielos! by ithilme

Haría falta quizás un poco de ejercicio...podría coger la bicicleta y dar un paseo por las veras adaptadas a carril bici del maravilloso Río Besós (que siempre pienso que es radioactivo, por lo que fue hace muchos años: la claoca de Europa).

Pero toca encierro forzoso. El miércoles examen de Medios Técnicos, y me voy a cagar porque más bien he estudiado poco, es decir, como siempre y para variar, haciendo gala de mi vagancia y las prisas de última hora. Soy un desastre y lo reconoceré siempre.

De hecho no debería estar aquí escribiendo esto...

¡Así que hasta más ver!

Esos Reyes Magos...

..han tenido un detallito conmigo. Unos cuantos cuartos han caído que vendrán bien (y no ha sido la lotería, que si no no estaría aquí jaja). Creo que ha sido el año más austero de todos en cuanto a regalos se refiere. Ya no es como antes cuando era pequeña...que cuanto pedías casi todo lo traían. Ahora, lo que hace más falta. Y gracias.

Aiss cuando veo las caras de los niños, tan inocentes... que creen a pies juntillas lo de los Reyes Magos, toda esa ilusión que tienen, la fantasía que se hace realidad, me hace sonreír. Pero a la vez me pone triste. Porque llegará un día en que esa inocencia, esa ilusión que se ve brillar en los ojos, en las sonrisas de los niños, en su manera de hablar... todo eso se perderá cuando pasen los años. Cuando se cuente la verdad, se desvele la mentira. ¿Son mentiras piadosas la de los Reyes Magos? Todo sea por ellos, los niños, sí... Todo para que tengan al menos en su memoria, y recuerden como yo aquella felicidad que fue tan efímera...Pero no dejan de ser mentiras. Y como toda mentira duele hacia adentro cuando se descubre. Por eso el día que tenga un hijo o una hija, me resultaría doloroso no decir lo que hay de verdad por lo que vendría después. El llanto de ese hijo que no quiere aceptar la cruda realidad. El fin del mundo de los cuentos, la fantasía, la imaginación en el mundo real. Seguirá existiendo en los libros, pero ya no será para siempre igual a esa fantasía que se pudo tocar en la vida de los pies en la Tierra.

Es quizás por eso que las navidades (que siempre las asocio a los niños, seamos uno de Papa Noel o de Reyes Magos) cada vez me gusten menos al recordar toda la gran falsedad que hay detrás. Es por eso que hace muchos años que no veo la cabalgata de los Reyes. Hace años que la Magia se perdió...

Porque... cómo nos gustaría que todo fuera verdad. Quizás el mundo iría mejor...

Aún así los niños tienen derecho a soñar. Sería más doloroso aún que ni siquiera les dejáramos a que soñaran, aunque fuera un poco y por poco tiempo...

También hay que recordar a aquellos que no tienen dinero. No hay Reyes que valgan en esas condiciones. Cuando el sueño es tener un trozo de pan en la miseria, la paz en la guerra ...

Hoy día de Reyes pobres. Pero pensándolo bien, soy rica.